Alimentación sana en 5 pasos

5 Sencillos pasos para una alimentación más saludable, nutritiva y desintoxicante

alimentación más saludable
Alimentación más saludable, nutritiva y desintoxicante

Incorpora más frutas y vegetales crudos a tu dieta:

Éstos son altamente nutritivos y al mismo tiempo ayudan a liberar a tu organismo de toxinas. Una forma de lograrlo es haciendo una comida entera al día de sólo crudos. Ésta puede ser a la hora del desayuno o de la cena, pero asegúrate de que sea en una cantidad suficiente. En los platos fuertes, como la hora de almuerzo, haz que más del 50% de tu plato sea una ensalada.

Disminuye o elimina por completo los alimentos muy refinados:

Desde el pan blanco, hasta las golosinas y bebidas gaseosas. Los alimentos refinados te aportan pocos o casi ningún beneficio. Te quitan más de lo que te dan, puesto que al generar acidificación en tu organismo, tu cuerpo pierde minerales (como el calcio) en su intento de equilibrar y alcalinizar. Te suelen aportar carbohidratos, grasas y proteínas de difícil digestión y pierdes más energía de la que ganas. No son tan ricos en antioxidantes y por el contrario, al ser de difícil digestión, te desgastan y hacen más propenso al envejecimiento prematuro.

Aumenta tu ingesta de agua:

Mantenerte hidratado mejora tu metabolismo y funcionamiento corporal. No se trata de ingerir grandes cantidades de agua sino beber lo suficiente, siempre que tengas sed. Una excelente hora para tomar un poco más de agua es al despertar. La cantidad va a depender de cada persona y notarás que con el tiempo, puedes beber más y te sentirás mucho mejor, pues tu cuerpo comenzará a depurarse y asimilar mejor los alimentos. Recuerda que los excesos nunca son buenos y que la hidratación va de la mano con la alimentación. También es recomendable que no tomes agua con las comidas o cerca de ellas. Espera al menos 15 minutos luego de haber tomado agua para comer y 1 hora después.

Mantén un horario lo más constante posible:

Respetar tu ciclo circadiano es de gran importancia para el funcionamiento de todo tu cuerpo y tu metabolismo. Come a las horas, pero no lo hagas si no sientes hambre y la comida te produce rechazo. Recuerda que tu cuerpo es «sabio», y en la actualidad ciertas investigaciones apuntan a que el cuerpo está más adaptado a vivir con poco que con mucho: los excesos en tu alimentación te desgastarán a la larga. Evita comer muy tarde en la noche y asegúrate de hacerlo siempre unas 3 a 4 horas antes de dormir.

Agradece y bendice lo que comes:

Por último y no menos importante, intenta siempre darte unos instantes antes de comenzar a comer para agradecer o simplemente para reequilibrarte. El estrés del día a día nos mantiene en una constante tensión que se ve manifestada también al momento de recibir y procesar nuestros alimentos. Unos momentos para respirar y llenarte de gratitud, generará una reacción positiva sobre tu cuerpo y emociones, permitiéndote sacarle el mejor provecho a lo que comes.

Autor entrada: sowelu

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