El nombre de las flores de Bach, hacen referencia a su creador, Edward Bach, médico inglés que desarrollo esta terapia homeópata a partir de 38 extractos de diversas flores silvestres.
Edward Bach incursionó en distintas ramas de la medicina, pasando por la medicina clínica donde se desempeñó como médico cirujano, la inmunología, desempeñándose como bacteriólogo y patólogo y luego ejerciendo la medicina homeopática, rama de la medicina que a la vez puede dividirse en dos ramas, la filosófica y la terapéutica.
El uso de las flores de Bach está destinado para tratar desequilibrios psico-emocionales y de personalidad (Como por ejemplo, ansiedad, impaciencia, miedo, angustia, timidez, intolerancia, confusión, etc) para de esta forma prevenir padecimientos físicos y emocionales, conocidos también como enfermedades.
Principalmente, la teoría de Bach se basa en que las enfermedades son tipos de desequilibrios de la dimensión psico-emocional de las personas, por lo que algo que se podía pensar tan intangible como las emociones, lo podemos ver conectando mediante esta teoría a una expresión física de ellas mismas a través de nuestro cuerpo. Esta hipótesis forma parte de una concepción mística acerca del cuerpo y las enfermedades.
Influencias de vertientes terapéuticas
Gracias a su vasta experiencia como médico clínico, Bach conoció a Samuel Hahnemann, con quién pudo profundizar más en los fundamentos hipocráticos de la medicina antigua, tomando mucha importancia a la rama de las “señales terapéuticas”. Además de Samuel, otra influencia fue el místico alemán Rudolf Steiner, fundador de la medicina antroposófica.
Influencias de vertiente filosófica
Principalmente esta está nutrida por la filosofía oriental, principalmente la hindú que es incorporada a la cultura inglesa a través del colonialismo. Además de la obra de J. W. Goethe y la de Martín Heidegger.
Bach elaboró las primeras doce esencias de flores entre 1928 y 1932, a las que llamó Doce curadores. Luego añadió siete remedios florales más, que reconoce como ayudantes o auxiliares ante situaciones en la que los anteriores parecían tener efectos parciales. Todos estos remedios fueron elaborados con el método solar. A partir de esto, formuló y escribió Los doce curadores y los siete ayudantes, e inmediatamente, hacia 1935, comenzó el desarrollo de un nuevo ciclo de 19 remedios preparados mediante un proceso diferente, el método del hervor
Actualmente, la terapia con flores de Bach se encuadra como una variante de terapia médica alternativa, pero su clasificación es difícil y generalmente está considerada como una variante de la homeopatía, lo que es declarado inadecuada técnica y procedimentalmente por algunos practicantes, pero sirve para que su venta quede sujeta a las reglas que rigen para los productos homeopáticos. Su implementación y aplicación como terapia generalmente no están reconocidas oficialmente por los sistemas sanitarios estatales y menos aún reglamentadas legalmente, excepto en Cuba y Chile.
según los estudios que han venido desarrollándose sobre el efecto placebo, Edward Bach legó un ritual terapéutico, el cual bien pudiera incrementar su efectividad en individuos espirituales cuya motivaciones intrínsecas para ejecutarlo concuerden con los postulados de esta terapia. Hoy día es conocido que los efectos de la espiritualidad sobre la salud son comparables al efecto placebo.