Cuando llega el año nuevo, tendemos a inspirarnos a crear nuevos hábitos, metas, cumplir sueños, etc. El fin de año nos hace querer limpiar nuestras casas, a pintarlas, decorarlas, arreglarlas y prepararnos para el gran año que sigue. ¿Por qué será que, casi siempre, omitimos una parte muy importante de nosotros, que es nuestra alma?
El alma o espíritu, es la esencia real de quienes somos, como amamos y el porqué vinimos a parar aquí. Contiene nuestras pasiones, energía y nos conduce a ser mejores personas en este planeta. Nuestro lado espiritual es lo que hace que nuestras vidas fluyan sin problemas (quizás no la mayoría del tiempo) o se sienta estancada y sucia. Es fácil evitar mirar este aspecto de nosotros mismos, pues al principio nos asusta pensar con que nos encontraremos, pero la importancia y el impacto no pueden ser ignorados.
Estas son algunas de las recomendaciones para que puedas iniciar una “limpieza” espiritual inmediata:
Reducir el estrés lo máximo que se pueda:
Organiza todas las notas, facturas, recordatorios estresantes que están dando vueltas por toda tu cabeza y colócalos todos en un solo sitio. Puede ser una agenda, una nota en el computador, en tu escritorio… Así puedes controlar cuando observarlos y analizarlos y no estresarte por encontrarte con alguno de ellos cuando no es el momento adecuado. La reducción del estrés de esta manera puede hacer que te sientas más conectado a la tierra, con el espíritu totalmente centrado, con mejor intuición y con capacidad creativa para concretar metas, deseos y poder ver los frutos de lo que te has empeñado a hacer.
Detecta cuales son los comportamientos o tus hábitos comunes que ya no te sirven:
Es muy fácil sentirse desmotivado por comportamientos auto destructivos incluyendo pensamientos negativos, no teniendo compasión y perdón con nosotros mismos y la mayoría del tiempo la pasamos criticándonos por algo que hicimos o que no, colocando esto por encima de las expectativas razonables y más allá aún. Toma una mirada más honesta a tu vida y determina cuales son los comportamientos que ya no funcionan en ningún sentido, luego descubre cuales comportamientos te ayudan a crecer y cuáles no son malos pero te hacen difícil este objetivo. Definitivamente, cambiar viejos patrones de conducta por unos mejores nos ayudan a estar más vitales nuevamente.
Elimina los miedos:
El miedo es algo que nos impide hacer cosas de muchas formas: Nos limita a conectarnos totalmente con las personas que amamos, nos hace dudar de seguir nuestros sueños teniendo actitudes vacilantes o inclusive afectarnos físicamente.
Existen diferentes terapias que nos pueden ayudar a conocerlos y enfrentarlos, algunas de ellas, flores de bach, Reiki, EFT-tapping, etc.
Permite que la naturaleza te ayude a limpiar.
Recordemos que el planeta está vivo y esta energía tiene muchos beneficios, incluyendo la ayuda a regular las hormonas en el cuerpo y te mantiene conectado a la Tierra, que a menudo te ayuda a sentirte más tranquilo y confiado. Simplemente haz un esfuerzo por conectar físicamente con la tierra con mayor frecuencia. La mejor manera de aprovechar los beneficios de las propiedades curativas espirituales de la tierra es ir descalzo sobre la arena, tierra o pasto tan a menudo como sea posible, así la Tierra estará absorbiendo y transmutando las energías negativas y te aportará calma.
Siguiendo estos consejos, comenzarás a sentirte mejor, recuerda que aplicarlos es difícil para la mayoría de las personas, pero no debes frustrarte, porque conseguirlo es lo más gratificante que puedes conseguir.